A veces sientes que llevas una carga que no es tuya, hay
emociones y situaciones que se repiten en tu vida que no te dejan avanzar o
solucionar.
Hoy te propongo que investigues un poco en tus antepasados,
no hace falta que vayas muy para atrás,
tus padres y tus abuelos, busca información
de sus vidas y mira si estás repitiendo alguna forma de actuar, no te preocupes
lo hacemos desde la inconsciencia, las familias somos un sistema de creencias
que repetimos para conservar la supervivencia de ese sistema.
Te lo cuento desde mi propia experiencia:
Hace un par de meses que leí “Si
el corazón pensara” de Rodríguez Almodóvar, una novela magnífica que, detrás de
una historia rocambolesca, nos muestra la vida en un pueblo andaluz de los años
50, en la España de la postguerra.
La crueldad de la dictadura, las
miserias y vejaciones que se vivieron...
En mi casa siempre se ha tenido
muy presente la guerra, se han contado historias que arrancan el llanto y el
sufrimiento vivido, la infancia de mis padres en una Barcelona de
supervivientes que poco se diferenciaba del resto del país.
En la novela se narra cómo los
presos políticos trabajaban esclavizados haciendo obras para el Estado, los canales del
caudillo que también sirvieron de tumbas, ya que esos hombres morían trabajando
y allí mismo eran enterrados.
Y se volvió presente mi abuelo
Joan, padre de mi padre, que estuvo en la cárcel tres años durante la guerra
condenado a muerte por ser republicano.
Mi padre todavía nos relata la imagen al ir a verle junto a su madre y hermano, cómo mi abuelo se tapaba la dignidad con una
americana para que no vieran sus hijos los golpes y heridas. No sabemos cómo
ocurrió, pero se libró de la muerte y vivió hasta los 86 años.
Leyendo una mañana uno de los
capítulos del libro empecé a llorar sin saber por qué al principio, sentí a mi
abuelo, sentí la herencia de dolor, humillación e injusticia que arrastramos de
la cual no somos conscientes pero que pasa de generación en generación.
Hice tapping con esas emociones,
conecté desde lo que sentía para realizar un cambio de creencias familiar.
Agradecí a mi abuelo la GENEROSIDAD de haber
sobrevivido y poder jugar conmigo años después y sobretodo el recuerdo de todo
lo que pasó.
Que la forma de HONRAR a mi FAMILIA
a partir de ahora es desde el AGRADECIMIENTO y no desde el dolor.
Recuerdo los hechos pero sin ninguna carga/emoción negativa.
Esto es lo que significa para mí
la Memoria Histórica.